De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) casi dos terceras partes de la población mundial están infectadas con algún tipo de parásito intestinal.
Los niños y los estudiantes son más sensibles a presentar enfermedades parasitarias transmitidas por alimentos contaminados.
Es un problema de salud pública.
No se pueden controlar las condiciones higiénicas y sanitarias a las que probablemente se exponga tu familia.
Las parasitosis intestinales pueden desencadenar enfermedades como anemias, que afectan su rendimiento escolar y a futuro su desarrollo físico y cognitivo.
Las amibas pueden vivir y multiplicarse de manera indefinida.